Maldita inseguridad personal

Maldita inseguridad personal

La inseguridad personal o la escasa confianza en uno mismo puede definirse como aquella falencia dentro de la psiquis de las personas y que compromete su autoestima y valoración como individuo.

La inseguridad personal muchas veces tiene sus orígenes en situaciones adversas sufridas en el pasado y que hacen suponer al individuo que las experimentó, el hecho de quizá no arriesgar cuando sea necesario arriesgar en futuros aprendizajes que la persona pueda tener a lo largo de su existencia.

El no arriesgar puede jugarnos a menudo una mala pasada: Podemos perder desde la chance de nuestras vidas que nos aseguraría el porvenir hasta un gran amor. Después, mucho tiempo después, cuando ya pintamos canas, recién nos percatamos de la magnitud de aquello que dejamos pasar y de las consecuencias de nuestro accionar que nos hizo dejar transitar el tren que no vuelve más.

De similar modo puede sucederse con esos grandes amores, los perdemos por nuestros demonios internos, alimentados por la adversidad y el temor de volver a fracasar. La distancia mucha veces nos asusta y para evitarnos el dolor de un posible desengaño, decidimos evadir e ir por lo que consideramos seguro, sin suponer que con esas acciones nos pusimos la soga al cuello, haciéndonos el harakiri japonés.

Si pues, luego de eso nada vuelve a ser igual, como que ya se pierde el toque, la ilusión y el brillo en los ojos como antaño. Tan solo queda aprender la lección del día y comprender de una buena vez que los capítulos que escribimos son historias completamente diferentes y que no tienen que verse condicionadas por lo vivido, tan solo debe ayudarnos a vivir mejor y ser un poco más cautos.