Muchacha de La Plata

Muchacha de La Plata

Nena de sublimes ojos de manantial,
Puedo ver en ellos lo generosos,
Que fue con vos la providencia,
De apreciar en tus retinas,
Ese pedacito de la desembocadura,
Del río de La Plata en el inmenso mar.

Y aunque pequeña de estatura,
Sois capaces de guardar en los azulejos,
Toda la imponente estampa de tu casta,
Belleza y garbo de la costa atlántica,
Acaparando mi atención,
No pudiendo resistir verme reflejado en ellos.


Nena de suave caminar,
Déjame llevar por la corriente,
Sinuosa de tu caudal platense,
Que no opondré resistencia alguna,
Al océano prometido,
Y la excitante travesía de llegar,
Al lugar donde esta tu corazón.

A menudo es mejor decir adiós

A menudo es mejor decir adiós

(Bella joven semita)


Que triste es decir hasta aquí nomás,
El hecho de tan solo pensar,
En aquel anhelo que no podrá ser,
Me aflige y carcome desde adentro,
Tratar de no guardar más en la mente,
Aquello capaz de arrancarte una alegría.

Pero como borrarte de mi memoria,
A pesar que me repito constantemente,
Que es mejor así, después de todo,
A menudo es mejor decir adiós,
Y buscar la felicidad por otros nidos,
Dejando batir tus alas rumbo a tu suerte.



Titánica labor la que me aguarda,
Se muy bien que sencillo no será,
Creo que es mejor decir hasta aquí nomás a una ilusión,
Cierro el capítulo y buscaré dejar de pensar en la joven semita,
Las heridas tardarán su tiempo en sanar,
Sin embargo siento que tal vez no pueda.