2011-03-31

Cuando el habla sabe a ternura

Cuando el habla sabe a ternura

Me fascina el acento que usas al parlar,

Un timbre de voz que es música para mis oídos,

Cada vocablo se siente cual caricia,

Tu aliento de perfumada fragancia floral,

Se convierte en soplo de vida.


Me acerco y las palabras me faltan,

Te miro y temo cruzar la mirada,

Como ángel guardián vigilo tus pasos,
Buscando mil pretextos para acercarme,

Y llevarme una instantánea en mis retinas.


Temo que tal vez por motivos insalvables,

No pueda volverte a ver,

Que a causa del esquema mental,

Tan discordante a causa de nuestras culturas,

No podamos siquiera ser amigos.

Y aunque soy más “pequeño” de edad,

No le quita seriedad a mis pretensiones,

Ni seguridad a mis afirmaciones,

Ni duda en mis pensamientos,

Aun menos en lo que me dicta el corazón.

Las superestrellas de la salsa

Las superestrellas de la salsa

El pretexto fue rendirle tributo a un camarad
a de tantísimas presentaciones, una verdadera leyenda que vive en el corazón del pueblo peruano fanático de los acordes de salsa dura, de la misma que sirve para sacarle chispas a la pista de baile, pudiéndose bailar solo o en compañía. El aperitivo lo pusieron algunos músicos que colaboraron con Héctor Lavoe en su etapa de solista, interpretando los más grandes éxitos del extinto sonero que tenían el sabor y brillo de sus mejores tiempos.

Hasta que con una puntualidad inglesa, los extraordinarios integrantes de la Fania All Stars hicieron acto de presencia en el escenario preparado en las instalaciones del Estadio Monumental de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde cada una de las estrellas sobrevivientes de la Fania, hicieron gala de una maestría en el escenario, haciendo que los asistentes no pudiesen evitar saltar de sus asientos e improvisar con curiosos pasos de baile, el ritmo y sabor que solo esta orquesta legendaria es capaz de trasmitir a sus parciales.

Incluso las canciones de artista invitados como Bobby Cruz y Richi Rey, sonaron más bestiales que nunca. Con ese acompañamiento y magistral ejecución instrumental de la Fania, la rumba estaba más que asegurada. Este show no podía estar completo, sin tampoco recordar a los otros miembros de la agrupación que tomaron la delantera – pero que se deben estar gozando donde quiera que estén – entre los que estaban Celia Cruz y el propio Héctor Lavoe, cuya aparición de imágenes en la pantalla gigante, conmovió hasta las lágrimas al público expectante, siendo el más ovacionado.


Y la música siguió su curso, donde cada cantante de la orquesta – a su manera – rindió tributo al compañero ausente, entre coros y aplausos de la gente, las horas se trascurrieron casi si percatarse. Si bien personalmente no soy fanático de la salsa, debo reconocer el talento de los miembros que conforman esta pléyade de artistas, quienes con creces hacen honor a la denominación de la orquesta: Fania All Stars. Sí, estrellas que a pesar del tiempo no dejan de mostrar calidad y carisma en el escenario, un inolvidable evento que difícilmente se vuelva a repetir.