2012-07-31

Piura Tour 2012

Piura Tour 2012 

Una oportunidad para salir de la ciudad que se daba después de mucho tiempo. Era algo increíble – no viajaba desde el 2010 a algún punto fuera de la bulliciosa y caótica capital – Los quince años de mi hermana fueron la excusa perfecta para hacer un viaje por el norte del país en compañía de mis padres y la cumpleañera. 

Ha sido uno de los pocos viajes que hemos realizados juntos como familia. En nuestra estadía en Piura disfrutamos de las visitas que hicimos a diversos lugares y locaciones. Iniciando nuestro periplo: visitamos la Casa Museo Grau, en la cual habían infografías, maquetas y pertenencias vinculadas a la figura del héroe de la batalla de Angamos de 1879. Seguidamente experimentamos la primera experiencia gastronómica de la zona, la cual nos ayudó a parar en seco el apetito y la sed. Luego de una merecida ducha y una siesta fuimos a recorrer la ciudad – previamente había quedado de encontrarme con dos amigas de mi época universitaria, las cuales trabajan en una universidad privada de esta ciudad -. Una vez llegada la hora de cita con mis amigas, me aparté del tour por la ciudad y me encontré con las chicas en la plaza mayor y nos enrumbamos a un local celebre por las deliciosas cremoladas y sus helados de crema hechos a base de productos de la localidad. 

Siguiendo sus indicaciones y su mejor conocimiento de Piura, mis amigas me llevaron a un establecimiento que gozaba la fama de preparar las mejores pizzas. Nos acomodamos y disfrutamos juntos de una deliciosa cena y en agradable compañía. 

Al día siguiente visité con mi familia Catacaos, un distrito de gente calidad y hospitalaria en su tratar, donde se fabrican bonitas artesanías y sombreros de paja. Compramos algunos suvenires como recuerdo – aunque me quede con las de comprarme un sombrero, porque no había de mi talla – pudimos degustar algunos platillos e inmortalizamos nuestra visita con las infaltables fotografías. Este lance se realizó justo el mismo día del cumpleaños número quince de mi hermana, una vez habiendo regresado a Piura, llevé a mi familia a los lugares que me mostraron mis amigas en la víspera: refrescantes cremoladas luego de nuestra vuelta de Catacaos y la pizza por la noche celebrándole el onomástico a mi hermana. 

Un nuevo día comenzó y nos tocaba visitar Mancora – balneario del que habíamos escuchado mucho de otras personas y en paquetes turísticos – después de casi 4 horas en bus pudimos llegar a nuestro destino. Era una playa impecable y limpia, con gente disfrutando del sol y del mar. Pero voy a ser franco, no era quizá lo que esperaba, tal vez porque no soy muy playero que digamos. Si no hubiese sido por la comida y por las guapas bañistas que paseaban por la playa, la visita a Mancora hubiese resultado en vano. La jornada culmino con mi visita a la Universidad donde trabajaban mis amigas, ellas oficiaron de guías por el campus – apreciando la distribución y del bonito ambiente de estudios. Una vez finalizado el recorrido, celebramos cenando en “La Oficina”, donde nos deleitamos con bebidas y una deliciosa parrilla. Fue aquí donde me despedí de las chicas, con algo de pena, sabiendo que al día siguiente tenía que regresar a Lima, lamentando que los buenos momentos parecieran durar poco. 

El último día en Piura se nos fue en visitar algunos sitios que nos faltaron y ultimar detalles para el viaje de retorno. Debo confesar que me puse un poco triste, pero entiendo que todo llega a su fin. Con la maleta llena de postales de cada una de las experiencias vividas en este viaje y la promesa de volver, tome junto con los míos el bus que nos enrumbaría de regreso a la capital.

Tanto por decir


Tanto por decir

Tanto por decir,
Sin encontrar el momento oportuno,
Esperando que la chance,
Se presente en un futuro cercano.

Con un puñado de valor,
Sujetado entre mis dedos,
Voy en búsqueda de la oportunidad,
De poder – tu corazón – conquistar.


La intuición femenina,
Que a ustedes de los hombres,
Sus intenciones advierte,
Por más sigilosas que sean,
Puso en jaque mate,
Mi estrategia de cortejo.

Tanto por decir,
Buscando la clave adecuada,
Sin rodeos y aspavientos,
Porque de la simpleza,
Surgen las obras que perduran,
Y las cosas más bellas.