“...cada una de las sensaciones que experimento con tan solo divisarte, me sitúan en una disyuntiva mayúscula, me oprimen el pecho casi al borde del colapso, siento como el corazón; normalmente sereno, se rebelara y optara por una vida independiente. Pero por otro lado siento cosquilleos en el alma los cuales me ubican en un subliminal escenario donde solo nos tenemos a ambos...” (28 de febrero del 2008).
“...cosas de la vida, no siempre las partes compatibles de un todo las hacen en un mismo tiempo y espacio, no se como proceder, guardarme la afinidad o dar rienda suelta a lo que pienso y siento, ¿Qué debo hacer? ¿Me ayudas? Creo que ambos guardamos en nuestros corazones las respuestas...” (28 de febrero del 2008).