2010-11-30

Despertando fósiles

Despertando fósiles

Tomo una llave de origen desconocido,
Busco la cerradura de aquel portal,

Donde tras de si guarecen los fósiles,

Vestigios de tiempos vividos,

Huellas de mis pasos perdidos,

Testigos silenciosos de un quehacer.


Encuentro la cerradura correcta,

Mas no me atrevo a forzarla,

El desconcertó me invade de pronto,

Sin saber que me encontraré,

¿Alguna especie de burbuja en el tiempo?,

¿Espectros sedientos de revivir?,
O ¿Pensamientos y deseos inertes?


Resuelvo develar el misterio,
Que se guarda tras la cerradura,

La impresión se vuelve caótica,

Hasta me pareció ver los fantasmas,

De antiguos temores y prejuicios,

Que perecieron en lucha contra la razón.


Cadáveres esparcidos y putrefactos,

Más allá se ubican mis fantasías y sueños,

Que siguen peleando contra las trabas,

De quien le cuesta creérsela,

Grande fue la sorpresa al descubrir su rostro,

Resulté ser yo mismo, el mayor de los espectros.

Lucero color de miel

Lucero color de miel

Incandescentes destellos de luz,
Ninguna de las degradadas sombras,
Guardó postura de resistencia,
Retirada se logró escuchar,
Incólume ante la perplejidad,
De aquellos luceros color de miel.

Ninguna luz del recinto opacó,
Aquellos faroles al atardecer,
Llenos de dulzura y esperanza,
Verse en esa cristalinidad,
A mi me parece de lo más genial,
Recorrer la sinuosidad de tus paisajes,
Tentar a la suerte tomando el polen,
Encerrado en tu rosáceo capullo.

Beber de la fuente infinita de tu pureza
Atender cada uno de tus anhelos,
Las tempestades pronto pasarán,
La suave brisa de tu aliento,
Surtirá efecto inmediato en mis sentidos,
Teniendo de esta forma la señal,
En la cual soñé casi despierto,
Rescatarte de la potencial soledad,
O de las gélidas aguas de la decepción,
Solo me queda esperar mi oportunidad.