2009-08-31

Encuentro con el Jefe

Encuentro con el jefe

¿Qué jefe? Se preguntarán algunos que leerán estas líneas desde la comodidad de su ordenador con acceso a Internet, para los que por primera vez han escuchado algo de lo extenso y rico repertorio musical de Miguel Mateos. Ese es el apelativo que se ganó el cantautor argentino – debido en gran parte – al papel sumamente trascedental dentro del suceso que llamamos Rock en español. Sin Mateos sería dificil entender este fenómeno que alcanzó niveles superlativos – especialmente en los '80s – y del cual el rockero es pilar fundamental para los interpretes y/o grupos que vendrían después.

Miguel Mateos y su llegada a suelo peruano causó gran entusiasmo entre sus fieles seguidores, los cuales vieron una forma de hacer retroceder el tiempo - cuando ellos más jovenes – asistian en gran multitud a las presentaciones que Mateos hacia en la hoy extinta Feria del Hogar. Era la ocasión para recordar una época inolvidable de sus vidas, donde quizá fueron más felices gracias al rock & roll.

El momento cumbre que compartiré con ustedes, se dió el pasado 27 de agosto en el Centro de Convenciones Scencia ubicado en plena cuadra 11 de la Avenida La Molina. Tras una larga espera dentro de una hilera de ansiosos fanáticos, los guardías dejaron pasar a los espectadores que, ni cortos ni peresozos, se ubicaron en los lugares que les permitieran observar mejor el show. El lugar de los hechos era un salón amplisimo, acondicionado con luces y un escenario perfectamente montado para el espectáculo de rock que se presentaría más adelante.

Una vez acomodado en el recinto, hicieron su aparición los teloneros: El grupo A, liderado por el ex-vocalista de Aliados, que con sus tonadas de hardrock, sirvieron de perfecto calentamiento rockero para lo que sucedería minutos después. Que bien tocan estos muchachos!!! no hay nada que hacer que en el Perú existen talentos por borbotones, los cuales deberían ser apoyados por las productoras nacionales. Ya dice un proverbio contemporáneo: “No solo de cumbia y de folcklor vive el peruano”. Son paisanos nuestros y esta en nosotros darles el respaldo que ellos necesitan.

Terminada su presentación, pasaron unos minutos y las luces se apagaron, era sin duda el anuncio de que la leyenda estaba cerca de hacer acto de presencia en el escenario. La multitud empezó a corear su nombre: ¡Miguel, Miguel...ole, ole, ole, Miguel, Miguel!!! El cantante acudió al llamado de sus seguidores por que sinceramente lo necesitabamos tener justo frente a nosotros. Y que mejor que Llámame si me necesitas como el marco ideal para expresar dicho deseo.

Todo empezó con magia, pero al parecer problemas técnicos quisieron jugar una mala pasada al ídolo que lo tomó con soda (asi dicen en Argentina), incluso bromeo por este impace y los fanáticos en señal de apoyo, no se canzaron de hacer chacota a consta de uno de los técnicos de calvicie bastante pronunciada, y fue precisamente esta característica que lo hizo el blanco favorito de los palomillas camuflados dentro del público.

La gente encontró a un Mateos más maduro y comprometido con la sociedad en la que vive, incluso se dió tiempo para hablar de lo perjudicial de la mineria para la naturaleza además de pronunciarse en contra del abuso de menores y que no importando de quien provenga tamaña agresión a la integridad de las victimas, no eran más que unos grandísimos hijos de p... Algo que el respetable asintió con un sonoro vitoreo y luego con aplausos, detalle que por cierto el artista agradeció por completo.

Siguieron temas como Cuando seas grande, No es tan fácil romper un corazón, Obsesión, Tira para arriba (canción que fue la de cierre) y temas de su más reciente disco “Fidelidad”, el cual – según el propio Mateos – se lo dedicaba a todos los fans que lo han seguido lealmente a lo largo de su dilatada carrera, entre los tracks que destacan se encuentran: Cabeza fuera del agua, Un millón de rosas, Fidelidad, Crack y El nene más malo del mundo, cuyo videoclip proyectó para beneplácito de los asistentes, entre los que me incluyo.

Pero no era la única sorpresa que nos traía el buen Mateos, a la fiesta rockera se sumaron verdaderas joyas del rock como Dancing in the dark, de Bruce Springsteen; Hotel California, de The Eagles; Let's dance, de David Bowie y Sweet dreams, del dúo Eurythmics. Las que fueron festejadas a más no poder por el público conocedor y que fueron reproducidas en gran performance por parte de la banda que acompañó a Miguel Mateos en su presentación.

El final, fue por demás apoteósico y festivo, un mix de éxitos de los '80s más unos hips de la propia cosecha de Mateos significaron el cierre magistral para una gran jornada de rock en español, y del más alto nivel. ¡Sos grande Miguel!!!



No hay comentarios: