2009-07-31

Un pecado llamado conocimiento

Un pecado llamado conocimiento

“Sabes lo que más suelen hacer, lo que les gusta, lo que no les gusta, sabes tanto que encuentras su punto débil con solo mirarla, se puede decir que eres muy bueno en la cama ya que las conoces bien!!! PERO CUIDADO!!! Saber demasiado las puede intimidar y alejar de ti... no demuestres saber tanto ¿ok?”.

Ese fue el diagnóstico que me arrojó una test del Facebook, hasta ese entonces no había siquiera considerado la posibilidad que precisamente el
“conocer” sería el origen de mis males con el sexo opuesto, remitiendome al hecho de no tener pareja. He escuchado constantemente achacarme mi falta de “experiencia” con las féminas; si pues, reconozco con hidalguía que mi experiencia in situ con las damas es escasa o casi nula.


Partiendo de lo anterior, puedo argumentar que he
procurado subsanar ese déficit a base de la observación del comportamiento femenino, buscando patrones de desempeño, gustos, fobias, etc. Todo esto de acuerdo al entorno que rodea a la persona, que es finalmente lo que delinea su carácter, sus gustos, costumbres, consumo de tales o cuales productos, taras, tabúes, etc. Ha sido de gran ayuda también el escuchar a otras personas cercanas con experiencias valiosas de vida y la lectura de algunos textos referidos al tema. Quiero aclarar que he pretendido abarcar todos los aspectos, incluso uno tan poco explorado y comprendido por mis congéneres trogloditas, como el sexual.

Ahora resulta que ese sano intento de no quedar como un tonto sin tema de conversación delante de una chica, me esta provocando incovenientes a la hora de intentar entablar alguna relación que vaya más allá de lo meramente amical. De ser cierto lo que me ha dicho el test, prácticamente “desnudo” a las mujeres con el análisis, no dándoles siquiera la oportunidad de mostrarse diferentes ante mí, sacando los mejor o peor que ellas pudiesen tener. Puedo comprender quizá un tanto el temor que puedan tener con respecto hacia mis ideas y forma de afrontar los temas; muy a menudo digo las cosas por su nombre y hablo con total naturalidad acerca de cosas que a algunas mujeres les puede causar escozor, por el hecho quizá de ir en contra de sus creencias y dogmas que conlindan desde el conservadurísmo hasta la cucufatería.

Por ser un diagnóstico que me ha dejado mucho por el cual pensar. Voy a ponerlo en práctica, les voy a dar tiempo a que tomen la iniciativa y traten de cautivarme, aunque con el trascurrir de los minutos su máscara se este haciendo trizas y consecuentemente tenga mis propias conclusiones. Buen consejo, debo dejar de ser tan sofisticado y volverme mucho más abierto y relajado. Chicas ahí voy!!!

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