2009-03-31

Tiempo

Tiempo

No me había percatado de cuanta agua trascurrió debajo del puente, desperté cual ser luego de una extensa hibernación, un pleistocénico estadio del que tan solo el anuncio primaveral de tu ser, fue capaz de hacerme volver de las tinieblas boreales a la luminosidad de tu Edén.

Al momento de tu aparición, pude reconocer en ti algo que hasta hace poco era peculiar en mí, tu frescura adolescente con ganas de ganarlo todo, de comerse al mundo y creer que las cosas, por más difíciles que parezcan, eran posibles de lograr. En ese preciso instante comprendí que ya no era el mismo y me había convertido en un tipo grande, viéndome mayorcito al lado tuyo.

Ohhh... María llena eres de Gracia, no puedo mantenerme incólume ante ti, generas en mí un efecto instantáneo, el cual me es muy difícil de explicar y contener.

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