2008-06-24

Florecer invernal

Florecer Invernal

Era algo que tarde o temprano, dadas las circunstancias, se tenía que suceder. Ese fenómeno que ocurre en la vida de la niñas que van en camino de hacerse mujeres, lo que alguna vez fue solo un retoño; se transforma, empieza a germinar cuan semilla. Significa un antes y un después, el hecho de pasar de un estadio a otro, el quemar una etapa y dar inicio a un nuevo tiempo en la vida.

Eso acaba de suceder, en forma de vivencia cercana, mi hermana menor con la timidez propia de quien empieza a experimentar cambios en su fisiología, dio la primera muestra de que su madurez había comenzado. Claro esta, que cualquiera que experimenta algo fuera de lo usual siente un justificado temor, el cual resulta a menudo, difícil de trasmitir a nuestros padres quizás por el que podrán decir o por el simple hecho de que se nos vea diferentes.

Mi hermana, entre pánico y asombro, llamó a mi madre y ella le hizo ver que era lo más normal, eso pasaba; decía ella, a las niñas que estaban dejando de serlo al momento de pasar a la pubertad. Aconsejándole, eso si, sobre los cuidados que a partir de ahora debe tener y que este suceso de concurrencia mensual la iba a acompañar hasta entrada en años.

Hermana, no me queda más que decirte: ¡Bienvenida al club de los adolescentes! con sus enredos y sus dilemas. Con la vehemencia que caracteriza tan entrañable etapa, que considera que no hay imposibles, para vos quizá, con tan solo la voluntad bastará para cambiar el mundo. Aunque esto con el paso del cruel tiempo resulte no siendo así, está en los mayores (y me incluyo) el orientarte y guiarte para que no cometas los errores que los adultos cometimos cuando jóvenes, pero dejando – claro esta - que vivas y tengas tus propias experiencias y vivencias. Ojalá que esta nueva etapa a la cual ingresas se refleje en un paso adelante y tomar cierta conciencia de lo que haces y como lo haces. Espero escuchar de ti que vos deseas hacer algo provechoso a futuro y ver que haces lo necesario para lograrlo.

¡Adiós, adiós amada niñez, bienvenida impetuosa juventud!

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