2008-03-31

Bibliojuerga Parte 2: a que te clavo la sombrilla

Bibliojuerga Parte 2: a que te clavo la sombrilla

No hay primera sin segunda, lo que se venia rumoreando tras bambalinas, terminó convirtiéndose en una fabulosa realidad. Si bien no fue el total de una base que hace esfuerzos, por demás, denodados por integrarse, no faltó la chispa y el ambiente propicio para que resulte algo divertido y ameno, hubo ausencias con respecto a la primera reunión, pero estas fueron compensadas muy bien por gratas apariciones de otros compañeros que en la otra ocasión estuvieron ausentes, hasta me atrevería a decir que este segundo episodio de la bibliojuerga estuvo a todo dar y superó en emoción y diversión a la primera fiesta.

Y como amerita este tipo de eventos, siempre existe la previa: la gentita se reunió en el mismo punto de siempre, un conocido supermarker ubicado en el interior de un centro comercial de la Av. Javier Prado, los invitados a tamaño suceso se fueron sucediendo uno tras otro, se tomaron las primeras instantáneas que inmortalizarían ese momento (muy graciosas por cierto), así se aguardó casi por el espacio de dos horas para que lleguen los rezagados, algunos previamente vía telefónica dejaron constancia que irían directo al lugar de los hechos, la casa del anfitrión, que se encontraba de onomástico y que por cierto fue el mismo de la primera vez.

Un contingente se encargaría de la compra de los insumos para la reunión: comida y bebidas que todos disfrutamos a cabalidad, otro grupo se adelantó al recinto en la cual se daría lugar la reunión. Una vez juntos en la casa se dio la cena que antecedería al inicio de una noche llena de dispersión y en la que se celebraría por partida doble: uno, agasajaríamos a un compañero que cumplía años; dos; estrechar aun más los lazos entre los miembros de la base 2004.



La gente se empiló rápido y la música suspendida en el aire no tardó en hacer acto de presencia y cual bomba hacer sentir sus efectos en las personas expuestas a ella: reggaeton, salsa, merengue, cumbia y hasta boleros de cantina fueron algo de los sonidos musicales que se dejaron escuchar, pero el ritmo que se llevó los aplausos y carcajadas generales sin duda fue "el tema del verano" o hablando en buen castellano "claro que te clavo la sombrilla".

Tengo que hacer la aclaración de que no todos los bibliojuergueros llegaron casi al mismo tiempo (aunque hubo quienes se retiraron temprano por motivos personales), algunos fueron llegando en el desarrollo de la fiesta, poniéndose al tono de inmediato con los demás, eso si, esto no hubiese sido posible sin la ayudadita de las refrescantes "aguas frescas" cuyo lúpulo si pasaba.

Con todo el grupo completo la fiesta se puso más intensa y cumplió con la función de distensionar a todos (bueno, conmigo tuvo ese efecto). El cansancio producido por la manera tan agitada de bailar y cantar a voz en cuello las canciones que emitía el equipo de música, coincidió con el amanecer del nuevo día y las señales de bostezo y somnolencia de los más resaqueados.

Se aprovechó esta pausa para conversar de los planes en conjunto que se tenían para este año, si bien por momentos no había entendimiento, se llegó a la conclusión de lo imperativo de estar todos presentes, proponer acciones concretas y viables que sirvan al fin supremo de integrar a un grupo humano que hasta la fecha no esta del todo ensamblado.


¿Habrá más bibliojuergas?

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