Happy Karaoke 2011

Happy Karaoke 2011

Se iban transcurriendo raudamente los días, mientras craneaba sobre aquello que podía hacer en conmemoración de mis 26 calendarios. Debo confesar que particularmente me gusta el karaoke y era algo que hace bastante tiempo quería organizar, pero no contaba con la logística ni equipamiento para la realización de dicha empresa. Por lo que continuamente se fue postergando y no fue hasta este año en que decididamente aposte por emprender este viejo anhelo.

Estaba encaminado, se realizaba el karaoke si o si, empecé con hacer invitaciones a personas allegadas entre amigos y familiares a través del facebook, incluso hice un afiche con motivo de este evento. Pero lo más difícil vendría luego, conseguir el equipo que permitiera cristalizar este objetivo. Consulté con familiares que pudieran prestarme los aparatos – al final, la respuesta fue un decoroso no, cargado de subterfugios. Esto, en vez de amilanarme, me dio la determinación de costear mi propio sistema de teatro en casa.

Transportado e instalado en mi casa, se comenzó con muchas ganas y entusiasmo – a resumidas cuentas, soltamos los gallos – esta especie de improvisado recital, donde se interpretaron canciones de los más diversos ritmos: desde el pop, cumbia, baladas, rock y criolla, obviamente con algunas limitaciones dadas por el hecho de no ser ninguno de los asistentes, alguien que se dedique a esto de cantar profesionalmente. Sin embargo, esto no fue impedimento para que se tenga una velada divertida.

Cantar y cantar, cantar y cantar… entre risas, bailes y las infaltables cuotas de humor, entre canción y canción, algunas copitas y deliciosas meriendas, se transcurrió la noche y puedo asegurarles que no me había divertido tanto en mucho tiempo. Fue algo diferente, fuera de lo que hasta ese momento se tenía por costumbre, ya no nos limitamos a escuchar nuestras canciones favoritas y disfrutarlas en plenitud, ahora se producía algo más: nos involucrábamos en ellas al interpretarlas desde nuestro sello personal. Gracias a todos aquellos que se dieron cita ese día y a todos los que enviaron sus mensajes por teléfono y en la Internet.