Gracias Totales

Gracias Totales

Y tuvieron que pasar doce años desde que Soda Stereo ofreció su última presentación en Lima, pero eso ya es historia vieja y hablemos del presente, el recital de ayer sábado 8, al cual tuve la dicha de poder asistir, sirvió para que los sodafanáticos se reencuentren con sus ídolos y hacer como que doce años no se hubiesen sucedido, como aquel que hizo una pausa y continua su tarea, una deuda pendiente, con aquella gente que no pudo verlos en el concierto que marcaba la pausa de hace 10 años.

Todo comenzó con un juego de seducción para una ciudad de la furia sedienta de darse una sobredosis de TV que no cerró sus persianas americanas, algunos en sus casas se les dió por prófugos a los que el único signo de ubicación eran sus celulares y a los que los solicitaban la operadora les contestaba: deje su mensaje, y el mensaje era sueles dejarme solo.

Una noche de primavera cero en las que miles de almas cantaron como uno sola voz sacando a flor de piel el corazón delator que albergan en el pecho, y pude constatar que aunque pasen un millón de años luz, Soda seguirá siendo Soda y los sodafanáticos seguiremos siendo sodafanáticos, aunque les duela a muchos que quieren hacer noticia a consta de ellos, a los que los tildan de copiones, Bah!!! Todos los rockeros latinos han sido influenciados por el rock anglosajón. Ni calco ni copia y Soda es creación gloriosa. Porque nos dignifica a los latinos, demostrándole al mundo entero que aquí en América Latina se sabe tocar buenas rolas y que podemos hacer rock, y del mejor nivel. Y no es nada personal.

Gracias Soda por existir y a pesar que apenas era un niño pequeño en tu mejor época, déjame decirte que si bien los hombres envejecen y desaparecen, las canciones quedan en el subconsciente de la gente y eso hace que los hombres de carne y hueso, alcancen la inmortalidad en el imaginario de las personas, un mundo donde no se envejece y las canciones no tienen edad ni tiempo.

Gracias Soda porque regresaste cual hijo pródigo a la tierra del Inca y del cóndor, y convertirte en el más ilustre de sus ciudadanos y enseñándonos que a pesar de estos tiempos de anarquía en la creación musical, el rito de la buena música se impone y jamás morirá.

Gracias por ofrecerme tan grandioso espectáculo, que guardaré en el corazón, en un lugar especial y que recordaré por siempre como anécdota para contárselo a mis hijos, nietos, a toda mi prole, y profesarles que a través de la música uno puede ser feliz.

Ojalá mañana no me falten vitaminas para repasar mis lecciones ya que tengo un examen de Archivística en la universidad, pero no hay de que preocuparse, anoche recibí por inoculación un zoom de una vitamina experimental: "Vitamina S". ¡¡¡Y que bien se siente!!!

Ya no siento las telarañas mentales que me causaba el hecho de que si algún día los vería sobre un escenario.

¡¡¡GRACIAS TOTALES, MUCHACHOS!!!