2011-04-30

Todo lo bueno tiene tu sello

Todo lo bueno tiene tu sello

Recuerdo aquellos primeros instantes,
Desde el módulo del cuarto del saber,
Supe que era parte de mi destino estar ahí,
Mas, no me imaginé, que las circunstancias,
Me jugaran una sorpresa mayúscula.

Me acomodé en el asiento designado,
Y pude constatar varios personajes,
Laboriosos, cual hormiguitas,
Entre ellas una bella muchacha,
Venida de tierras lejanas,
Se encargaría de alegrarme la vista.


Sucediéndose las horas y los días,
Las semanas y los meses,
Y te volviste en constante deleite,
Me acostumbré a tenerte cerca,
Hasta que un día, de improviso,
Te mudaste a otra oficina.

Nos trascurrió mucho tiempo,
Cuando dijiste que te ibas,
No tenés idea de como me tomó,
Mismo golpe de mazo,
El corazón se estremeció,
Y una gran pena afligió mi espíritu.

Una despedida, un hasta luego,
Por demás, divertido, lúdico,
Entre sonrisas y buenos deseos,
Te vi partir, con cierta pena,
Pero con la consigna de salir adelante,
Seguí mis pasos y lloré recordando…

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